Fumar mata a más de cinco millones de personas cada año. Y sin embargo, el consumo de tabaco sigue creciendo, sobre todo entre adolescentes. En España , en el año 2017 han muerto 50.000 personas por accion directa del tabaquismo y a nivel de Europa 700.000 personas ; todo ello da una idea clara de que el tabaco MATA
En el año 2017, el 28% de los españoles mayores de 16 años fuman y de ellos, un tercio todavía no ha superado la adolescencia; siendo la media europea del 26% y paises como Francia y Belgica , el porcentaje se eleva al 36% , siendo de europa Grecia el pais con mayor indice de fumadores 37% ; de igual manera el de menor porcentaje es Suecia con un 7% de fumadores activos ( datos del año 2017)
El recrudecimiento legal que en los últimos años se ha vivido en España en torno al consumo de tabaco no ha conseguido arrinconar un hábito, el de fumar, relacionado con una de cada tres enfermedades que puede padecer el hombre/mujer
Pese a todo, la entrada en vigor de la nueva Ley Antitabaco supone una vuelta de tuerca más en la guerra abierta contra el humo: el que quiera fumar, tendrá que hacerlo en la calle, ya que estará prohibido hacerlo en cualquier espacio cerrado, locales nocturnos y de ocio incluidos. Quizá haya llegado el momento, sí o sí, de dejar de fumar.
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“El 70% del tratamiento para dejar de fumar es estrictamente psicológico”
El resto, es decir, más de un 60%, seguirá sacrificando sus expectativas de vida por fumar. “Para dejar de fumar es imprescindible que el paciente quiera hacerlo y sea consciente de que para ello necesita ayuda”. El Dr. Galiana es médico especialista en tabaquismo. Ha tratado más de mil casos, todos ellos con éxito después de no más de seis meses.
Cuando una persona fuma, el humo inhalado llega a los pulmones y a partir de ahí se dirige al cerebro a través de la sangre. En el cerebro la nicotina se une a los receptores nicotínicos liberando dopamina, la cual produce sensación de placer. “Sólo si conseguimos atrofiar los neurotransmisores que demandan nicotina y convertir el placer en rechazo tendremos un no fumador de por vida”, explica el Dr. Galiana.
El objetivo se logra bloqueando el “área de abstinencia” de forma que los receptores nicotínicos queden anulados. Parches, chicles o comprimidos de nicotina son algunos de los aliados a la hora de engañar al cerebro.
Hasta aquí el tratamiento meramente farmacológico para dejar de fumar. Queda, quizá, lo más duro. “El 70% de este proceso es estrictamente psicológico”. Trabajar una relación de confianza en la que el médico hace las veces de doctor, confidente, amigo y hasta psicólogo, y preparar al paciente para enfrentarse a una sociedad que convive con el tabaco son, según el Dr. Galiana, algunas de las claves para saldar un tratamiento antitabaquismo con éxito.
El poder adictivo del tabaco estriba, según el Dr. Galiana, en el hecho de que “la nicotina se elimina en pocos minutos, de forma que pasadas dos horas se dispara la demanda por la liberación de receptores nicotínicos”. Otras drogas no presentan, ni de lejos, efectos de eliminación tan rápidos, lo que, obviamente, espacia la demanda del consumidor.
Probablemente sea esa propiedad perversa la que explique el porqué del fracaso de continuas campañas sanitarias en contra del tabaco que no han logrado evitar, por ejemplo, que la edad en el inicio de este hábito cada vez sea menor. En España, se empieza a fumar a los trece años.
El tabaquismo es la principal causa de muerte prevenible en el mundo.
Los cigarrillos contienen 200 productos químicos venenosos y 43 cancerígenos.
Fumar mata más personas que el alcohol, otras drogas, homicidios, suicidios, accidentes de tráfico, incendios y SIDA, considerando todas estas causas en su conjunto.
Además del cáncer, el tabaco es el responsable de otras muchas enfermedades, entre ellas: muerte súbita, arritmias cardíacas, trombosis cerebrales, úlceras de estómago, pérdi- das de gusto y olfato, piel de fumador y un largo etcétera.
Las mujeres que fuman tienen más posibilidades de sufrir de infertilidad y problemas de concepción tardía que aquellas que no lo hacen.
La mujeres que fuman durante el embarazo corren más riesgo de tener un parto prematuro, bebés con bajo peso, muerte prenatal o del recién nacido y reducción de la produc- ción de leche.
El tabaquismo en la mujer aumenta el riesgo de sufrir cáncer del cuello uterino. Además, existe una posible relación entre el tabaquismo activo y el cáncer de mama premenopáu- sico.
Una de cada diez muertes provocadas por el tabaco afecta a fumadores pasivos
Los países que han prohibido la publicidad de tabaco han reducido en un 16% su consumo.